miércoles, 14 de mayo de 2014

SÉPTIMO

Mezcla explosiva es la que presenta este thriller de Patxi Amezcua con Ricardo Darín y Belén Rueda como cabeza de cartel. Dos actores con solera y con grandes papeles a sus espaldas, se podría decir que las expectativas que crean son tan grandes que es difícil que se lleguen a satisfacer plenamente.

Ricardo interpreta a Sebastián, un importante abogado que está en trámites de separación de su esposa (Belén). Tienen dos hijos en común. Una mañana que empieza con la rutina habitual, Sebastián va en busca de los niños para llevarlos al colegio y en el escaso tramo que separa la casa, en el séptimo piso, del portal del edificio los niños desaparecen.
Está ambientada en el Buenos Aires actual, de la que se nos muestran planos generales muy bonitos, por cierto. Se trata de un thriller en el que a medida que se desarrollan los acontecimientos se va ganando en confusión más que en intriga. Tiene un ritmo trepidante por lo que su escasa hora y media de duración pasa rapidísimo. A ello ayudan las diferentes hipótesis que se van sucediendo, a medida que pasan los minutos van siendo más descabelladas como fruto del nerviosismo y la incertidumbre. 

Ricardo Darín no decepciona, como en todos los papeles que interpreta está de lo más creíble, cuida cada detalle en su actuación  y es el que sostiene el peso de la película no sólo porque ocupe la gran mayoría de los fotogramas si no porque la calidad de su interpretación es sobresaliente.
Belén tiene un papel más desconcertante pero a todas luces justificado con el desarrollo de la historia. Ella es la protagonista de alguna incoherencia en el guión y de algunos de los cabos sueltos que quedarán al final. Nos tiene acostumbrados a papeles en los que es protagonista absoluta y aquí puede que la sublime presencia de Darín le haga sombra.
Lo más destacable de "Séptimo" son las interpretaciones y la dirección, especialmente la fuerza de alguna escenas en las que el diálogo es mínimo y son los gestos o las miradas las que lo dicen todo. Lo más flojo es el guión en general, lo que hace bueno a un thriller es que te mantenga intrigado y que el final te sorprenda. En este caso y gracias a algunas incoherencias en el mismo el desenlace se presupone con bastante antelación lo que resta fuerza a la película.

Pese a no ser la mejor película de intriga de todos los tiempos merece la pena verse porque es muy amena y entretenida, mantiene la atención del espectador sin recurrir a escenas violentas ni desagradables, y  porque siempre es un placer ver a Ricardo Darín en pantalla. 

GRACIAS POR LEERME







viernes, 9 de mayo de 2014

LA LADRONA DE LIBROS

Esta coproducción entre EEUU y Alemania llegaba a las salas de cine españolas a principios de este 2014. Se trata de la adaptación cinematográfica de la novela de Markus Zusak publicada en 2005 del mismo título.
Ambientada en la II Guerra Mundial, nos cuenta la historia de una niña, Liesel,  que es acogida por un matrimonio ya que su madre biológica está huyendo y no puede hacerse cargo de ella. Con esa familia de acogida creará fuertes lazos de cariño especialmente con el hombre, Hans, quien le enseñará a leer y escribir y quien abrirá en ella todo un mundo, el de la imaginación. Eso le servirá para evadirse y hacer más llevadera su vida y la de su entorno en medio del tormento que supone vivir en medio de una guerra.

Liesel es una niña tímida al principio, no comprende lo que está ocurriendo, las circunstancias por las que están pasando le son ajenas porque no las conoce, poco a poco se irá dando cuenta de la falta de libertad, del miedo que padecen las personas que le rodean, irá comprendiendo la injusticia en la que vive.
 Aunque el proceso de madurez de Liesel es evidente ella no pierde dulzura en su mirada, sus grandes y hermosos ojos están llenos de inocencia en realidad, es realmente cautivadora. La actriz que interpreta a Liesel es Sophie Nélisse a la que ya pudimos ver en la película "Profesor Lazhar"” y en la que ya nos dejó prendados.
Lo cierto es que esta historia está llena de personajes carismáticos. El papel de su padre de acogida lo lleva a cabo Geoffrey Rush (“La mejor oferta”), un hombre dulce, amable. Desde el primer segundo de su aparición en pantalla se hace querer a diferencia de su esposa, que se muestra fría, gruñona, retorcida y de carácter agrio al principio pero a la que poco a poco iremos conociendo mejor para entender que en realidad es una mujer con un gran corazón.
El compañero de travesuras y de confidencias de Liesel es el pequeño Rudy, su vecino, un niño que pese a sus evidentes rasgos arios sueña con ser negro para correr tan deprisa como su atleta más admirado.
Es ésta una película conmovedora, muy humana, emotiva, cercana, tierna y, pese a todo, positiva. Una historia que hará que se te encoja el corazón.

Las películas ambientadas en la II Guerra Mundial suelen caracterizarse por tener dos vertientes.  Las más puramente históricas que nos cuentas las claves políticas de la contienda. Las que nos muestran la guerra de primera mano, con sus causas y su desarrollo.
 Hay una segunda vertiente en la que se encuadra ésta y la que a mí más me gusta. Se trata de  la que nos cuenta las nefastas consecuencias de la guerra centrada en la parte más humana y como es evidente, porque ninguna guerra acarrea nada bueno, todas son dramas horribles que nos hacen terminar con los ojos llenos de lágrimas (especialmente a los que somos más sensibles de la cuenta).

 Estas historias son aún más crueles si las protagonizan niños como es el caso de “La ladrona de libros” pero lo cierto es que  podemos extraer un mensaje positivo y muy bonito de esta historia. Es un homenaje a los libros al poder de las letras, a lo que son capaces de despertar en las personas y de cómo a veces son un bálsamo capaz de curar el corazón y el alma.
Recomiendo esta película a casi todos los públicos, a los que busquen entretenimiento pero también a los que busquen una buena historia, advierto que no vais a ver una comedia aunque alguna sonrisa sí que os va a provocar.

GRACIAS POR LEERME