"Alabama Monroe" es una película belga de 2012 que estuvo nominada en los Oscars de 2013 como mejor película extranjera. Su director, el joven Félix Van Groeningen hace una adaptación de lo que originalmente es una obra de teatro escrita por Johan Heldenberg que interpreta a su vez en la película al protagonista masculino.
Nos cuenta la historia de Elisa y Didier, ella tatuadora y vitalista, algo alocada y fantasiosa. Él un músico que toca el banjo en una banda folk, mucho más terrenal que ella y enamorado de la música y de América.
Esa idílica historia de amor se ve truncada con la enfermedad de su hija de seis años, cosa que los hará cambiar en todos los sentidos, especialmente a Elisa.
La historia no parece nada original e incluso puede parecer algo predecible pero lo que hace especial a esta película no es la historia si no la manera de contarla. Muchas veces a lo largo de la historia de este blog he redundado en la falta de imaginación que invade la cartelera, especialmente en el ambiente hollywoodiense, tan dado en los últimos tiempos a rescatar héroes de cómics o remakes de éxitos de otras épocas, pero esta película es una claro ejemplo de que con un tema nada novedoso pueden hacerse grandes películas, simplemente jugando con la manera de contar las historias.
En "Alabama Monroe" tiene una importancia suprema la música, la letra de las canciones que los protagonistas interpretan a lo largo de toda la película reflejan estados de ánimo, expresan la evolución de la historia, los rítmos, el contenido de cada una de ellas nos enseña más sobre los personajes que el propio guión. Un punto a favor es que no se hayan doblado las canciones porque es una delicia escuchar las voces originales.
La química entre los actores también es un aliciente para la historia, especialmente la actriz que interpreta a Elisa, Veerle Baetens. El proceso evolutivo de su personaje es enorme, es la verdadera protagonista de la película por su manera de pensar, de sentir, de expresarse, porque muestra los sentimientos a flor de piel.
Un tercer aspecto a destacar de esta película en cuanto a su factura es la mezcla de tiempos, el uso de diferentes marcos narrativos. No es una historia lineal, se van mezclando los diferentes momentos empezando casi por el final de la historia lo que en lugar de hacerte perder el interés te crea más interrogantes sobre cómo se ha llegado a ese momento.
Definiría esta película simplemente como inspiradora. El tema principal es el amor, estamos ante una historia de amor que se tambalea por culpa de la enfermedad, en este caso de la hija de ambos.El cáncer infantil parece ser un tema recurrente en el cine desde hace unos años y siempre va acompañado de drama, puede ser el absoluto protagonista de la obra o el desencadenante.
En este caso es la escusa para tratar cuestiones éticas. Se nos planteará la inseparable dualidad entre religión y evolución, nos hará reflexionar a cerca de la muerte y de lo que ocurre después de ella con dos maneras de entenderla completamente opuestas la del terrenal Didier y la de la esperanzada Elisa. Podremos ver una crítica al conservadurismo americano, con la figura de George Bush a la cabeza que el protagonista Didier resume perfectamente en una frase que dice a colación del debate sobre el uso de células madre para combatir enfermedades, en la que se pregunta por qué esos conservadores apoyan la tecnología para quitar vidas pero no para salvarla.
En definitiva me ha parecido una película muy bella artísticamente y muy bella en su fondo porque si se puede sacar una reflexión de ella es que cada cual sea libre de creer lo que le haga sentir mejor, siempre y cuando no trate de imponerse ante nadie, que cada cual sea libre y sienta lo que más le reconforte.
El tema de la muerte lleva unido a la historia del hombre desde siempre, cada civilización la ha entendido de una forma, casi siempre se la ha temido y es por eso por lo que se le han ido buscando explicaciones que la hagan más llevadera asumiendo que no somos inmortales y que tarde o temprano nos enfrentaremos a ella. Por eso, porque es algo ineludible que cada cual la soporte como crea conveniente y no por entenderla de forma distinta tenemos que juzgar ni ser juzgados.
GRACIAS POR LEERME