STOCKHOLM

Hace 20 años que se lleva celebrando en la ciudad de Cáceres el Festival de Cine español, siendo desde 2007 un festival con carácter solidario y habiendo ganado reconocimiento nacional desde entonces. Este festival se celebra bajo el patrocinio económico de instituciones públicas y entidades privadas.

El objetivo de su celebración va en una doble dirección, por un lado la promoción y difusión de cine español y por otro recaudar fondos para cooperar con fines solidarios. Este año la Fundación ReBross destinará los beneficios a familias extremeñas con necesidades a través de Cruz Roja Extremadura y al  proyecto de Ayuda en Acción "Queremos que los niños de España crezcan con las mismas oportunidades".

El Festival se celebra del 1 al 15 de marzo y entre otras actividades proyectará 18 películas en los Multicines al módico precio de 3 euros.

El colofón de este festival es la gala de entrega de los premios San Pancracios que este año se celebrará en el Gran Teatro de Cáceres el próximo día 15 de marzo y, al parecer contará con la presencia del actor Eduardo Noriega.

Para más información os dejo el enlace a la página oficial del Festival Solidario de Cine Español de Cáceres.

Una de las proyecciones está siendo la de la película "Stockholm" del director novel Rodrigo Sorogoyen.
Esta película contó con 3 candidaturas en los premios Goya 2014 consiguiendo el galardón al actor revelación para Javier Pereira.

La película nos muestra a un chico que intenta ligar con una chica (Aura Garrido) a la que ha conocido en una fiesta. Se divide en dos partes muy bien diferenciadas. La primera parte ocurre durante la noche y todos podemos sentirnos identificados con ella. El chico, de forma reiterada insiste a la chica e intenta que se fije en él. Ella se mantiene distante aunque la persistencia de él la hará doblegarse.
Durante la noche todo es fantasía, todo se pinta idílico, pero con la luz de la mañana aparece la verdadera cara de cada uno de los protagonistas.

La primera parte de la película, se hace muy monótona, incluso cargante, especialmente el personaje masculino. El diálogo se ve muy forzado y las interpretaciones, a mi forma de ver, algo sobre actuadas.
Parece no avanzar la trama y empiezas a temer que los 90 minutos de película van a ser así y que acabarán cuando consiga ligarse a la chica, algo que es previsible.

Pero lo cierto es que la segunda mitad da un giro asombroso e inesperado. El punto de inflexión entre ambas partes lo marca una secuencia sublime en un ascensor acompañada de música muy alta que me parece perfecta para el giro dramático que viene a continuación.

Esa segunda parte muestra un cambio en los personajes. Un cambio tal, que parecen haberse intercambiado las personalidades. Pero no sólo el cambio es apreciable en los personajes, el guión y la interpretación también lo hacen y es lo que hace interesante la película. Esta parte es la que merece todos los elogios puesto que mientras la anterior era artificio y mentira, ésta es realidad en todos los sentidos.

Parece que los propios actores se quitan la máscara que habían llevado como sus personajes para mostrarse ahora en plenitud.
Se repiten diálogos y situaciones pero con un matiz tan diferente que parecen nuevos. En la segunda parte de la película no hay cabida para más personajes los cuales sí echas en falta en la primera.

Es ésta una película de moraleja sencilla de la que se podría extrapolar que cae en el tópico del macho seductor que sólo busca sexo y de la chica tonta que siempre termina cediendo, pero va más allá.
Está construida de forma delicada y va ganando fuerza a medida que avanza, puesto que cuando estás a punto de desconectarte te atrapa para no soltarte hasta el final.

No es ésta una película para el gran público, se la recomendaría a los amantes del cine de minorías advirtiendo siempre que lo mejor empieza en la mitad, que lo anterior es sólo el preámbulo o la antesala de una curiosa historia. Una película de las que al acabar puede dejarte indiferente pero que tras un breve análisis y reflexión lleva a una valoración positiva puesto que da más juego de lo que parece en la simpleza de su forma.

GRACIAS POR LEERME