lunes, 22 de diciembre de 2014

EL HOBBIT DE PETER JACKSON (colaboración)

ENTRETENIDA PELÍCULA. PÉSIMA ADAPTACIÓN.
No han sido pocas las veces que he escuchado que la nueva trilogía de "El Hobbit" de Peter Jackson es sólo una excusa para sacar dinero. Yo personalmente no lo creía así, pensaba que serían grandes películas dignas del directos de "El Señor de los Anillos" pero cada película de El Hobbit me ha decepcionado un poco más (ésto no quiere decir que no sean películas entretenidas). Y me hace pensar que esas personas que pensaban que las han hecho simplemente para sacar dinero aprovechándose del éxito y prestigio de su saga anterior, tenían razón.
Comencé la primera película con todas mis esperanzas, pero acabe decepcionado, demasiado. La película es demasiado larga a mí entender, con una trama que en realidad no daría para más de una hora, pero se entretiene con aspectos que no tienen importancia, dando la sensación de que simplemente has visto un comienzo en donde el director mete relleno a su antojo. Se me hizo pesada por momentos, pero esperaba que algo interesante pasara, y sin embargo no me impacto con nada. No quise pensar nada malo, simplemente que era el comienzo y tenia la esperanza de que todo se intensificara en la segunda parte.
A pesar de mi decepción, tenía la ilusión de ver una segunda parte más interesante, impactante y con una trama mejor pero... no fue el caso. La verdad que tiene sus partes interesantes y entretenidas, que aportan mucho, pero son muy pocas en comparación, una vez más, con las partes de relleno; un relleno que se hace excesivo. Lo que nos cuenta en esta segunda parte se podría haber añadido a la primera película y hubiese quedado una digna película de 2 horas escasas entre las dos.
Hay ratos que no pasa absolutamente nada, minutos que se podían haber ahorrado. Otra parte que se hace excesivamente larga es la conversación de Smaug con Bilbo, además de que el guión hace aguas por todas partes. Luego comencé a pensar que esta parte eran solo cuidados y bonitos efectos, entretenida, nada más.
Ahora llega la tercera entrega, su punto a favor es la trama original, muy buena e interesante, pero la saga película tras película la han desinflado con tanto relleno, tanto abuso de efectos y escenas sin sentido. Esta tercera entrega es muy atractiva visualmente, con muchos enfrentamientos y efectos alucinantes pero que carece de sentido en muchas de sus partes. En ocasiones la trama se ve afectada y parece hasta olvidada ya que se centra más en el espectáculo visual. A pesar de ello el exceso de CGI es notable, la misma tierra que albergó la batalla del abismo de Helm o la batalla de los campos de Pelennor. La misma que albergó a personajes míticos como Aragorn, Gandalf, Frodo y Sam, personajes bien definidos, con una 
historia por detrás y una épica descomunal a quedado reducida a millones de horrendas batallas digitales, a orcos de mentira, a personajes vacíos y aburridos y a una mediocridad total. Ha sido un final que no me ha impactado y por mucho que me pese he de decir que esa gente que pensaba que la trilogía de "El Hobbit" era para sacar dinero, tenia razón.
Podéis opinar lo contrario pero pensad que "El señor de los anillos" es una saga que se hizo por devoción, sin ánimo de sorprender, con increíbles efectos y centrándose en la obra de Tolkien en todo momento, con un argumento sólido y fiel al libro. En cambio "El Hobbit" se ha hecho por dinero, con efectos para sorprender al público, apartando la trama por momentos para crear escenas de acción, humor e incluso diálogos sin sentido, con un argumento que no es ni de lejos fiel al libro.
He dicho.

AUTOR: @Kabax_19

miércoles, 17 de diciembre de 2014

SHIRLEY, VISIONES DE UNA REALIDAD

No sé si considerarla como cine, al menos no es un cine convencional, más bien habría que referirse a esta película como "obra", una obra cinematográfica basada en la obra pictórica del artista neoyorquino Edward Hopper (1882-1967).





¿En qué parte de la extensa obra de Hopper se basa esta película? pues literarlmente en sus cuadros, no es una película biográfica, no es el típico biopic que se ha hecho sobre multitud de artistas como Goya, Frida Kahlo o  Van Gogh, esta obra no tiene nada que ver con eso.

El director, el austriaco Gustav Deutsch, ha querido dar vida a la pintura de Hopper a través de un personaje femenino, inventado, al cual enmarca en cada uno de los escenarios que el pintor plasmó en sus cuadros. 

Ese personaje es Shirley, una mujer urbana, apasionada del teatro y reflexiva. Lee a Emily Dickinson, con la que parece fácil entender, se siente identificada. Por su comportamiento, por sus pensamientos, se puede adivinar que entiende la vida de una forma pesimista, se puede advertir cierto halo de tristeza y melancolía en su persona, en su manera de expresarse, en su mirada. Se nos dan las pinceladas justas en cuanto a su personalidad pero con su actitud, lenguaje corporal y con sus reflexiones, casi siempre mediante el recurso de la voz en off, se abre para nosotros y se nos muestra como una mujer apasionada y muy sensible.
Shirley vive para nosotros a través de esta obra desde los años 30 a los 60 del siglo XX. Siempre la encontramos en espacios cerrados y muy frecuentemente junto a una ventana la que siempre abre o se asoma a través de ella como buscando una libertad que ansía.
Shirley vive prisionera metafóricamente, por eso siempre se nos muestra en habitaciones o espacios cerrados, ella busca respirar, ser libre, escapar de ese mundo en el que le ha tocado vivir y nos lo muestra a través del simple gesto de abrir la ventana.
Son significativos los momentos entre escenas. En un fondo negro con letras en blanco se nos muestra una fecha y un lugar mientras, lo que parece ser, la voz de un locutor de radio narra las principales noticias del día. Casi siempre son noticias de índole política o económica, con clara actitud negativa que parece ser lo que hace que Shirley viva en una permanente tristeza, el mundo no va bien y ella no es capaz de encontrar su sitio dentro de él, eso la atormenta. Shirley entiende que la vida es "puro teatro" y nosotros estamos en permanente actuación.
Lo mejor de esta obra es ponerla en consonancia con la obra del pintor, puesto que plásticamente es como si sus pinturas hubieran sido trasladadas literalmente al celuloide.
Cada escena representa una de sus pinturas, colores planos, luces artificiales intencionadamente, cada escena es un permanente decorado en el que el personaje deambula casi siempre en soledad, o en el caso de haber varios personajes en la escena sin aparente comunicación entre ellos.
El personaje, como digo deambula, medita pero casi nunca interactúa o dialoga de forma natural. Todo es artificio pese a que la primordial intención del pintor es representar la realidad de la sociedad neoyorquina.
Edward Hopper pretende ser realista y el resultado es puro artificio, eso nos lleva a extraer una reflexión válida tanto para aquellos años 30 o 50 en Nueva York como también válida para cualquier sociedad urbana actual en la que el individuo es literalmente individuo; egoísta, vive en soledad aunque rodeado de una marabunta de personas. Un individuo que ha olvidado la esencia del ser humano que no es otra que la capacidad de comunicarse entre sí, pese a vivir en la era de las comunicaciones.

Cada escena se nos muestra con una cámara fija, desde un ángulo teatral, prima la simetría y el minimalismo en las escenas y por las sempiternas ventanas tampoco se nos muestra nada que no sea artificio. Es recurrente el binomio cama-ventana así como el sonido del tren, omnipresente a lo largo de la película. Los colores son vibrantes con predominio de los verdes y los rojos sobre fondos blancos.
Como comenzaba diciendo, no estamos ante un tipo de cine al uso si no más bien se puede encuadrar dentro del cine experimental, muy original, más propio para exponerse en una galería de arte que en una sala de cine. Cautiva por el simbolismo, la belleza plástica y la expresión, pero el mérito es del pintor en el que está basada, no del cineasta.
Es una película, por tanto, solo apta para los amantes del arte contemporáneo, pues hay que entenderla como una "performance" más que como una película.
Será difícilmente entendible si no se conoce la obra de Edward Hopper, por tanto no es una película recomendable para el gran público.

(si tienes 5 minutos también puedes escucharme en YouTube)

GRACIAS POR LEERME








martes, 16 de diciembre de 2014

EXODUS DIOSES Y REYES (colaboración)

Volvemos a contar con una colaboración en este blog. En esta ocasión es @fjmenap (twitter) quien va a hablarnos de uno de los últimos estrenos que aún podéis ver en la cartelera.

El pasado 5 de diciembre llegaba a las grandes pantallas españolas la nueva superproducción del director Ridley Scott, director de películas como "Blade Runner", "Gladiator" o "Alien". Se trata de "Exodus dioses y reyes".

Para el personaje principal el director ha contado con Christian Bale, al que recordamos por la última trilogía de "El Caballero oscuro" y como ganador de un Óscar por "The figther".
Ridley Scott nos vuelve a ofrecer una película épica como ya hiciera años atrás con "Gladiator" o "El reino de los cielos" que también tienen un trasfondo religioso.
En esta ocasión no faltan de nuevo los grandes actores, aunque no todos hagan su mejor interpretación, y los efectos especiales, así como 151 minutos de cine.
"Éxodus" nos narra la historia bíblica de Moisés (interpretado por Christian Bale), el cual se ve obligado a liberar al pueblo hebreo esclavizado por los egipcios. Como ya he dicho no es la mejor interpretación de Bale, pero tampoco es la peor, le da ese toque agridulce a la situación que vive al principio ya que es el hermano adoptivo de Ramsés y lo que lo deja en segundo plano.
Lo acompaña un gran reparto que en mayor o menor medida van ganando o perdiendo importancia en la película. Como ya he mencionado, muchos de ellos no están a la altura de los papeles a los que nos tienen acostumbrados. Es un reparto digno de tal superproducción pero que no hacen su mejor interpretación. Veamos algunos ejemplos: 
En el papel de Ramsés encontramos a Joel Edgerton  al que recordamos por películas como "El Gran Gatsby" o "La extraña vida de Timothy Green", Este irlandés aparece con mucho maquillaje encima pues ya avisó el director que prefería no elegir actores de color por miedo a repercusiones. Interpreta a un Ramsés desenfadado, más preocupado por cosas banales que por lo que realmente el pueblo necesita.

El papel de emperador lo interpreta Jhon Tarturro, Como siempre da su toque personal aunque alejado de sus últimos papeles a los que solía darle un punto cómico ("Transformers" o "Aprendiz de Gigoló") en esta ocasión hace de emperador visionario para el pueblo y sobre todo para su familia y estirpe. 
Sigourney Weaver aparece como la madre de Ramsés, un personaje que desde mi punto de vista está agarrado con pinzas ya que no tiene mucha trascendencia. Aaron Paul interpreta a Josué ayudante y confesor de Moisés y por último Ben Kingsley. 

Cabe destacar a María Valverde, la española es lo más destacado de la película pese a su corta aparición, es la que mejor interpreta su papel. En a penas 30 minutos consigue transmitirnos la angustia y la tristeza que sufre por ver que su marido Moisés debe abandonar su vida, recientemente labrada y aparentemente completa. 
Son sus 150 minutos los que hacen que la transición entre personajes sea lenta, la historia está dotada de grandes altibajos aunque con unos efectos especiales importantes que, sin duda, son lo mejor de la película junto a la caracterización y el vestuario. 
Hay que tener en cuenta que la historia abarca un amplio periodo de tiempo, décadas y eso es difícil de comprimir, intenta detallar cada suceso lo que la convierte en una película poco localizada temporalmente en sus diferentes escenas y es necesario intuir e imaginar la situación en la que nos encontramos en cada momento.

Como resumen final sólo queda reiterarnos en que es una película de duración media/larga aunque excesivamente lenta en alguno de sus puntos a pesar de tener un gran reparto.
Por otro lado y para los más creyentes, no encontramos una película completamente fiel a la historia inicial de Moisés en la Biblia ya que aquí se nos muestra como un guerrero formidable centrado más en el arte de la guerra hasta la última batalla que en otra cosa.  

AUTOR: Francisco Javier Mena  (@fjmenap en twitter)