martes, 4 de febrero de 2014

A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS

A principio de año llegaba a las salas de cine españolas la última película de los hermanos Joel y Ethan Coen bajo el título de "A propósito de Llewyn Davis" una obra intimista con la música folk como epicentro.
Ambientada en el Nueva York de los años 60 nos habla de como un cantante y músico folk trata de buscarse la vida y conseguir su sueño en un mundo que no hace más que darle la espalda. Sin dinero, en pleno invierno neoyorquino, sin casa y casi sin esperanza, Llewyn deambula de casa en casa de conocidos buscando un sofá donde pasar las noches con su guitarra a cuestas y sin abrigo. Cantando en pequeños bares consigue ganar algo de dinero gracias a la caridad de su público.

Llewyn David, interpretado por Oscar Isaac, es un hombre abatido, al que no le quedan fuerzas ni ganas de seguir luchando por cumplir en sueño que nunca llegará. Parece que la industria que alguna vez confió en él lo hizo más bien por su compañero ahora fallecido. Debe ser muy duro darte cuenta que todo lo que eras lo eras por la persona que estaba a tu lado y que ahora, sin ella, no tienes sitio.
La película nos refleja la cara amarga de un mundo que las edulcoradas películas Disney nos han presentado como un mundo idílico y mágico, cuando la realidad de la gran mayoría de artistas es la de Llewyn, o te vendes y haces lo que la gran mayoría de público quiere o fracasas estrepitosamente.
Está basada parcialmente en las memorias de Dave Van Ronk, una figura importante en el resurgir del folk acústico de los años 60 y que posteriormente sería una inspiración y una ayuda para artistas como Bob Dylan.
Los Coen nos muestran una forma muy intimista de entender el mundo del espectáculo. Mostrándonos un panorama decadente y penoso con tintes cómicos para intentar evadir al espectador y que éste no se sumerja en el mismo declive del protagonista.
Es una película sobre un hombre derrotado, con una música maravillosa como protagonista en cada fotograma, si no explícitamente de forma indirecta.

Estos directores se caracterizan por saber plasmar cada detalle cultural al milímetro y esta película es una prueba de ello. A destacar la fabulosa fotografía con ese aire retro que los Coen dan a sus filmaciones, y la preciosa banda sonora así como la interpretación del protagonista en la que impera esa mirada desengañada y derrotista del que se siente frustrado y hundido.

Recomiendo esta película principalmente a los músicos porque la van a disfrutar a niveles a los que los no entendidos ni nos acercamos. Se la recomiendo a los que busquen una película intimista, llena de detalles. A los seguidores del cine de los Coen, aunque éstos ya la habrán visto. Se la recomiendo a ese público con gusto por el retro y lo vintage, que está tan de moda, a los amantes de la buena fotografía y también a los amantes de los gatos.
La película sobrepasa por muy poco la hora y media y su ritmo no es el más ameno.

¿Os gusta el cine de los hermanos Coen? Para mí sus mejores trabajos son "Muerte entre las flores" (1990), "Fargo" (1996) y "El gran Lebowsky" (1998) aunque las tres las dirigió Joel en solitario.

GRACIAS POR LEERME



4 comentarios:

  1. es una gran pelicula, la via hace muy poco, es muy recomendable. Gran crítica

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  2. Una de las mejores reseñas que he leído sobre mi querida Inside Llewyn Davies, en su sencillez bien alejada del universo cultureta. Una aclaración: oficialmente, Joel dirige siempre y Ethan escribe los guiones. Y sin desmerecer los que tú consideras sus mejores trabajos, a los más viejos del lugar nos entusiasman "Arizona baby", "Barton Fink", "El hombre que nunca estuvo allí" y por supuesto, "O brother!". Un saludo!

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  3. Un saludo Ignacio y gracias por la aclaración.

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