lunes, 10 de febrero de 2014

LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA

Era una de las grandes favoritas para brillar en los Goya 2014, que se celebraron anoche. "La gran familia española", última película de Daniel Sánchez Arévalo, contaba con once nominaciones pero finalmente sólo ganó dos de los premios: mejor canción original y mejor actor de reparto.
La película transcurre durante la final del mundial de fútbol de Sudáfrica. Están celebrando la boda del hijo menor de la familia. Son cinco hermanos varones de nombres bíblicos en honor al musical "Siete novias para siete hermanos". Mientras se intenta celebrar la boda y mientras transcurre el partido se van sucediendo un sin fin de historias cruzadas entre los diferentes personajes que nos van mostrando el dudoso entramado interior de la familia. Momentos oscuros que tratados desde la óptica de este director son llevados a la comicidad y a la ternura alejando el dramatismo real de la situación.
Desde "Azul oscuro casi negro" este director no ha parado de cosechar éxitos y la fórmula de ese éxito recae en que como hace con esta película y como antes hiciera en "Gordos" o "Primos" nos suele mostrar temas muy serios, los diferentes dramas sociales, desde un prisma ameno, cómico, un lenguaje coloquial  y a través de personajes con los que es fácil identificarse. 

En este caso consigue una película muy emotiva además de entretenida y divertida. Llena de ternura y muy entrañable. Nos habla de la importancia de la familia más allá de los lazos de sangre, del respeto y del amor.
Mezcla la originalidad de alguna de sus partes con otros aspectos más previsibles consiguiendo una gran empatía con el público que la encontrará muy cercana.

En cuanto a los actores creo que son la esencia pura de esta historia, especialmente los más veteranos. Sin duda alguna ha supuesto una grata sorpresa el papel de Benjamín, interpretado por Roberto Álamo. Es el más especial de los cinco hermanos, es el papel más divertido y también el más tierno de la película. Ha recibido el Goya como mejor actor de reparto por esta interpretación.
Entre los más destacados están también dos de los habituales en las películas de Sánchez Arévalo, Quim Gutiérrez y Antonio de la Torre con papeles más serios pero igualmente destacables, así como Verónica Echegui o Héctor Colomé.
En definitiva es una película para pasar un buen rato, con la que no podrás evitar emocionarte tanto por la historia como porque nos narra uno de los momentos que todos recordaremos el resto de nuestras vidas, seamos futboleros o no. Un momento que, como esa boda hizo con la familia, unió a todo un país.
La moraleja es que,  tal y como ocurrió con el mundial, ese momento de éxtasis y celebración no borró de un plumazo los problemas de cada uno, simplemente hizo que los olvidáramos por un rato.

GRACIAS POR LEERME

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