miércoles, 15 de mayo de 2013

"AMOUR"

Retomo las actualizaciones para hablaros de una película que me ha conmovido profundamente. Como casi todas las que lo consiguen con un calado tan hondo, es una película francófona, de nacionalidad austriaca concretamente.
Se estrenó en el festival de Cannes, hace ahora un año y obtuvo la Palma de Oro a la mejor película. También obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa tras arrastrar cinco nominaciones, así como cinco premios César, un Globo de Oro y numerosos galardones más.
Os estoy hablando de "Amor", qué título tan simple pero qué palabra tan poderosa. Cuánto puede encerrar y a cuántas cosas diferentes puede hacer referencia.
En este caso "Amor" nos habla del amor que sentimos por un ser querido y el dolor que nos provoca cuando esa persona sufre.

Nos cuenta la historia de un matrimonio de avanzada edad, Georges y Anne, que viven solos en París, jubilados ya, habían sido profesores de música clásica. Tienen una hija que vive en Londres. Un buen día Anne sufre una embolia y a raíz de ahí comienza una rápida degeneración de su salud.

La película trata de una etapa de la vida poco relatada en el cine porque, en el fondo, es una etapa a la que no queremos llegar en nuestra propia vida. Es la peor etapa del ser humano en la que, conscientemente, tiene  que ver a diario cómo va dejando de ser él mismo, cómo cada vez necesita de más ayuda para realizar las tareas cotidianas, cómo se le deja de tener en cuenta y cómo, en definitiva, va muriendo.
Refleja por tanto, el descenso a los infiernos de uno mismo.

Anne es una mujer que ante todo quiere mantener su dignidad, no le gusta depender para todo de los demás y en un primer momento de su enfermedad intenta ser autosuficiente, desmoronándose cuando no lo consigue.
Georges es un marido atento, la ama tanto hasta el último momento que decide ser él quien se haga cargo. Juntos hasta el final. Vela por ella, le cuenta anécdotas de su infancia para hacerla sentir mejor, no la abandona en ningún momento.
Es una historia entre ellos dos, una historia que no acepta a un tercero, su propia hija queda desplazada de la relación porque siempre han estado el uno para el otro y así debe ser hasta el último segundo.
Qué bonita historia y qué triste al mismo tiempo, ver como esa persona que lleva toda una vida contigo va dejando de ser ella misma para irse definitivamente poco a poco.

Creo que todos hemos reflexionado sobre eso alguna vez en la vida: el miedo a la vejez, a ser un estorbo para los tuyos, el miedo a vernos solo y abandonado en una residencia, el miedo a que se olviden de ti.

El director de la película es Michael Haneke, al que podemos recordar de otros títulos como "La Cinta Blanca", "Funny Games" o "La pianista".



En este caso Haneke no se centra en mostrarnos lo miserable de esos últimos años de vida de una anciana, no se recrea en lo escrupuloso ni en lo banal. Nos quiere mostrar, como dice el título, el amor y la comprensión y en eso sí se recrea, en el profundo amor que sienten entre sí los protagonistas.
Además transmite muy bien a través de la propia casa, donde se desarrolla prácticamente toda la película, que esas dos personas han compartido toda una vida. La decoración, el color, el suelo, las puertas mismas, todo transmite la experiencia vital de los que allí conviven.
Además Haneke acompaña cada escena con unos fluídos movimientos de cámara y una música maravillosa. La propia música tiene gran relevancia en esta obra puesto que los protagonistas son maestros en ella. El piano de cola siempre presente tanto en imagen como en sonido componiendo secuencias de gran fuerza narrativa. La música suele aparecer entrecortada como metáfora de la propia vida de los protagonistas.
Me gustaría recordar en especial el momento en que suena "Bagatelle" de Beethoven interpretada por Alexandre Tharaud que interpreta, a su vez, a un antiguo alumno de la pareja (os dejo el enlace por si la queréis escuchar aquí ).

La película emplea el recurrente "empezar por el final" pero aún así, sabiendo cual será el desenlace te mantiene expectante ante la evolución de la historia. Quizá el echo de contar el final en la primera escena hace que no sea una película tan lacrimógena sino mucho más profunda e invita a la reflexión con cada una de las reacciones de los personajes.

En cuanto a los actores tengo que decir que están estelares, Anne interpretada por Emmanuelle Riva y Georges por Jean-Louis Trintignant. Ninguno sobresale por encima del otro, simplemente están perfectos. La interpretación de ella es verdaderamente compleja físicamente y la de él expresivamente. Transmiten ternura, compasión y dolor a partes iguales, desolación e impotencia. Simplemente pocos actores podrían desarrollar así esos personajes. Están sublimes.

Película cien por cien recomendable aunque no apta para insensibles. De esas que pocos valoran y comprenden pero que con la que todos nos podemos identificar.

GRACIAS POR LEERME


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