jueves, 23 de mayo de 2013

EL GRAN GATSBY

Actualmente podéis ver en cartelera esta re-interpretación de la novela del estadounidense F.Scott Fitzgerald escrita en 1925.
Como digo, se vuelve a interpretar puesto que la historia se ha llevado al cine en varias ocasiones. La primera fue en 1926 de mano del director Herbert Brenon, obviamente era una película muda de la que nos han llegado escenas sueltas. En 1949 Eliott Nogent hizo otra versión y la más popular fue la de 1974 con Robert Redfor y Mia Farrow como protagonistas.
Ahora es el director australiano Baz Luhrmann, conocido por dirigir Moulin Rouge, quien se ha atrevido a darnos su particular visión de Gatsby.


La historia se sitúa en los "felices años 20" en Nueva York y Long Island, son los años del jazz, del exotismo y la exaltación de la diversión.
Gatsby es un misterioso multimillonario conocido por las grandes fiestas que monta en su mansión y a las que acude toda la ciudad, sin distinción de clase social o edad. Esas fiestas son ostentosas, recargadas, barrocas, derrochadoras y multitudinarias. Nadie sabe muy bien como Gatsby ha llegado a ese nivel económico y numerosos rumores corren a cerca de él.
Aunque en un principio parece que son el reflejo del ego de una hombre rico, se va descubriendo poco a poco que todo lo hace por reencontrarse con el amor de su juventud. Gatsby está obsesionado con Daisy, mujer de la que se enamoró y a la que tuvo que abandonar cuando fue reclutado para luchar en la guerra. Ella rehízo su vida pero él jamás la olvidó. En realidad todo lo hace por ella, por reencontrarse con ella y recuperar los cinco años en los que estuvieron separados.
La tiene muy idealizada y piensa que ella ha sentido lo mismo en este tiempo y que todo saldrá como él ha planeado.

Dentro de la historia podemos desglosar varios temas, el primero y que parece el principal, es "el sueño americano". El propio Gatsby es el ejemplo de eso, un chaval de familia más que humilde que consigue crear una fortuna, aunque él mismo es también el ejemplo de que "el dinero no da la felicidad".
Dentro del anterior, o en la misma línea, va el tema de la re-invención de Gastby como personaje sin olvidar la moraleja de que la verdad siempre acaba por volver, por eso no hay que intentar ser algo diferente a lo que realmente eres.
Pero todo eso esconde el tema verdadero de la película que es el amor, la obsesión, la idealización y la decepción. No deja de ser un melodrama romántico disfrazado de lujo y fastuosidad.
Y finalmente el tema de la esperanza, perfectamente identificada con la luz verde del embarcadero de Daisy a la que Gatsby se agarra como única forma de sentirse junto a ella.

En cuanto a la dirección de Luhrmann tengo que decir que, como siempre es atrevido, valiente y "kitsh". La película es sobre todo visual, consigue crear verdadera magia sobre todo en la primera mitad. Está llena de colorido, de luz, de excesos, tanto que podríamos decir que exagera lo exagerado por lo que, precisamente creo que, se olvida de profundizar en las emociones.
Usa una cámara muy rápida que te envuelve en el alboroto que te muestra, casi te hace formar parte de esas fiestas, de esa locura. Llega a marear.
Me ha fascinado la estética, el vestuario, el colorido, los detalles. Toma la estética de la época y la reinventa haciéndola muy moderna, como ya hiciera con "Romeo + Julieta", en la que ya trabajó con DiCaprio.
En cuanto a la música, forma parte esencial de todo eso y me parece que está perfectamente encuadrada en el ambiente. El sonido de la trompeta es el que mejor resume la banda sonora de esta película. Aunque resulte anacrónica en algún momento me parece genial.



El protagonista es Leonardo DiCaprio, un actor que con la madurez va ganando en talento. Cada película que hace me sorprende más. Gana en naturalidad, en credibilidad, en expresividad y en todo. Este hombre va llamando desde hace unos años a la puerta del Oscar y espero que se lo den pronto. Aunque ha estado nominado en tres ocasiones, creo que son pocas.
En esta película recrea perfectamente a un Gatsby seguro de sí mismo, impresionante y todopoderoso para llevarlo a una involución personal. Van apareciendo sus traumas y miedos para transmitir al final mucha pena. Al que en la primera parte de la cinta admiras terminas compadeciendo.



Uno de los secundarios esenciales es Tobey Maguire, un mero espectador en toda la película pero la excusa perfecta para narrarnos la historia en primera persona. Pese a eso su personaje es muy importante porque es el nexo de unión entre Gatsby y Daisy y , además, al final es el único que permanece junto a Gatsby.

Me ha parecido una película bella, bella de ver aunque no tanto de sentir. Como he dicho antes, el director se ha recreado muy mucho en la parte estética pero no transmite tanta sensibilidad como la historia requiere, porque es una historia realmente dura. Es la historia de un hombre que, pese a tenerlo todo, está realmente solo.
Preciosa metáfora de esa soledad se ve cuando en mitad del tumulto y la festividad, de la fantasía y el lujo se intercala la imagen del muelle, solo y silencioso entre la niebla, donde Gatsby medita.
Al final ni los malos son tan malos, ni mucho menos, los buenos son tan buenos.


GRACIAS POR LEERME

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